domingo, 7 de marzo de 2010

Un sorbete de limón que me supo a sabor

Llevo un ratito esperando sin hacer el amor..

Una ciudad encantada, una senda mal marcada, tu olor en mi almohada. A veces se me olvida que estuviste aquí, pero cuando intento dormir, tu recuerdo se clava en mi sien y no me deja actuar ágilmente. Al día siguiente, además de tener un dolor de cabeza intermitente por los golpes que yo misma me dí para tratar de borrarte, me sumo en una especie de resaca que me nubla la vista, me quita el hambre y me deja la boca seca. Una sed que posiblemente solo amaine un beso tuyo. Y la certeza de que no vas a volver a rozar mis labios con los tuyos me hace quedarme en la cama hasta que vuelve a anochecer y atarme a tu olor en mi almohada, notar que tus brazos ya no me rodean y que el calor de tu respiración no cae sobre mi oreja helada. Nunca más.
Mañana será otro día..

No hay comentarios: